Bolivia, 05 de octubre de 2024.- La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y las nueve asociaciones departamentales de periodistas del país realizaron un estremecedor recuento de las más recientes agresiones a periodistas en el país, todas realizadas por grupos de choque y seguidores de Evo Morales.
Desde que iniciaron los bloqueos dirigidos por Morales, se han registrado 25 agresiones, amenazas, secuestros y ataques a la prensa que siguen un patrón similar.
De ellos, según el registro de instituciones periodísticas, la vida de al menos ocho periodistas, un fotógrafo, dos camarógrafos y un chofer fue amenazada por quienes comandan los bloqueos bajo las directrices de la dirigencia “evista” del MAS.
Este lunes, radio Colonial Totora, ubicada en el municipio de Totora, del departamento de Cochabamba, anunció en un comunicado la suspensión temporal de sus transmisiones por las amenazas y hostigamiento contra la seguridad e integridad del personal de la emisora y sus familias.
El director de la emisora que integra la Red Erbol, Pedro Veizaga, relató que el 1 de noviembre fue agredido violentamente en medio de la cobertura de una marcha en apoyo a los bloqueos. “Me empujaron, me arrojaron con piedras, me amenazaron con hacer volar la radio con dinamita”, denunció.
La denuncia de radio Colonial se suma a otros casos ocurridos en el contexto de la violencia desatada desde hace 23 días en los bloqueos instruidos por la facción del MAS que encabeza Morales.
El recuento de las entidades de la prensa señala que este lunes se conoció que el pasado 26 de octubre un bloqueador intentó asfixiar con una cuerda al periodista Jurgen Guamán Ribero de la red Unitel, en la región de Melga, a 27 kilómetros de Cochabamba. El hecho fue presenciado por el camarógrafo Sergio Huaranca y el chofer de la unidad móvil de ese medio, Eduard Ágreda, quienes también temieron por su vida.
El 29 de octubre en Mairana, el periodista de Unitel, Josué Chubé, fue gravemente herido y amenazado de muerte por un grupo de bloqueadores. El periodista Romer Castedo y el camarógrafo Ricardo Pedraza, de la Red Uno, fueron retenidos como rehenes, golpeados, rociados con gasolina y amenazados con ser quemados vivos.
El 25 de octubre, en Parotani, cinco periodistas y un fotógrafo, reportaron que tuvieron que esconderse de los bloqueadores que amenazaban a la prensa y arengaban: “¡Quítenles la cámara y quémenlos vivos!”. El 1 de noviembre, el fotoperiodista Jorge Ábrego fue agredido y sufrió un colapso por el alto impacto de los dinamitazos activados por los bloqueadores.
La extrema violencia y la similitud de las agresiones contra la prensa independiente muestra que la arremetida violenta contra periodistas, fotógrafos, camarógrafos, personal operativo y medios de comunicación, no es aislada ni circunstancial, sino que forma parte de un plan claramente instruido desde el propio Evo Morales.
Juan Ramón Quintana, Jorge Pérez, Carlos Romero y otros han expresado públicamente falsas acusaciones e insultos contra el trabajo de la prensa, dice el texto de las entidades de la prensa.
El comunicado reitera la demanda al Estado para que active los mecanismos para proteger la vida, la integridad y la seguridad de los periodistas que cubren conflictos, y que se investigue y se sancione a los autores directos y a los instigadores de estos hechos criminales, y que se ponga fin a la impunidad que vulnera la libertad de expresión y de prensa y el derecho de la ciudadanía a estar bien informada.