París, 10 de agosto de 2024 – El maratonista boliviano Héctor Garibay dejó una marca indeleble en la historia del deporte al finalizar en el puesto 60 en la maratón de los Juegos Olímpicos de París. En una de las carreras más exigentes, Garibay sorprendió al mundo al superar al gran favorito, el keniata Eliud Kipchoge, quien abandonó la competencia antes de cruzar la meta.
La carrera, que comenzó con Garibay liderando junto a los corredores africanos en los primeros 10 kilómetros, fue una verdadera prueba de resistencia bajo el implacable sol parisino. A pesar de la feroz competencia, el fondista boliviano logró destacarse como el tercer mejor sudamericano en la carrera, cruzando la meta con un tiempo de 2 horas, 15 minutos y 54 segundos.
A lo largo de la maratón, Garibay mostró una determinación inquebrantable. En los primeros kilómetros, se mantuvo a la cabeza, desafiando el ritmo impuesto por los corredores africanos. Sin embargo, en el kilómetro 25, un grupo liderado por el etíope Tamirat Tola, quien finalmente ganó la competencia, aumentó el ritmo, dejando atrás a gran parte del pelotón, incluido Garibay.
A medida que la carrera avanzaba y el calor se volvía más intenso, varios corredores comenzaron a retirarse, incluyendo al peruano Christian Pacheco. No obstante, Garibay continuó su lucha, alentado por los gritos de apoyo de los hinchas bolivianos que ondeaban sus banderas a lo largo del recorrido.
Aunque la victoria fue para Tamirat Tola, Héctor Garibay se convirtió en un héroe para Bolivia. Su destacada actuación, superando a una leyenda como Kipchoge y liderando junto a los mejores del mundo, demuestra su capacidad para competir al más alto nivel. Las calles de París fueron testigos de su esfuerzo, dejando claro que Garibay es un verdadero campeón y una inspiración para su país.
