Buenos Aires, Argentina, 20 de abril de 2025.- Cinco supuestos influencers, conocidos como los ‘caza-violines’, fueron detenidos en Buenos Aires tras una serie de secuestros, torturas y transmisiones en vivo de sus ataques a hombres que supuestamente eran acusados de pedofilia.
El grupo estaba encabezado por Brandon Joaquín Maldonado, de 29 años, y operaba creando perfiles falsos de menores en redes sociales y apps de citas. Para darle realismo a las conversaciones, usaban a la única mujer del grupo, de 21 años, cuyos audios y fotos eran clave para atraer a las víctimas.
Cuando los hombres llegaban al encuentro, eran emboscados, golpeados y trasladados a un departamento, donde eran torturados, humillados y expuestos públicamente. En algunos casos, las agresiones eran tan extremas que incluían prácticas escatológicas, como obligar a una víctima a comer excremento. También revelaban sus datos personales en plena transmisión.
El caso se destapó tras la denuncia de un ciudadano venezolano de 42 años, quien dijo haber sido engañado. Inicialmente creyó que hablaría con una mujer adulta, pero luego le llegó el mensaje “tengo 13”, parte del método para justificar el ataque. Fue golpeado durante dos horas y amenazado para que no hable.
La División de Investigaciones Comunales 5 rastreó al grupo a través de sus transmisiones en redes sociales y logró identificar una sesión en vivo donde se torturaba a otra víctima. No encontraron el lugar del hecho, pero sí interceptaron su camioneta y detuvieron a Maldonado y sus cómplices mientras huían.
Durante los allanamientos se secuestraron máscaras, armas, chips, cámaras y otros dispositivos. La Justicia los acusa de privación ilegítima de libertad y lesiones. Uno de los detenidos es menor de edad y fue trasladado al Instituto Inchausti.
Mientras tanto, los videos continúan circulando en redes sociales, donde hay quienes los ven como “justicieros” y otros los acusan de usar el morbo y la violencia para ganar fama.
El Juzgado Nacional de Menores N°1, a cargo del Dr. Cristian Axe Von Leers, mantiene incomunicados a los implicados y continúa la búsqueda de nuevas víctimas.