El fiscal departamental de Oruro, Aldo Morales, ha rechazado las acusaciones del Gobierno sobre una presunta filtración de información que habría perjudicado el operativo antinarcóticos en Pisiga, donde se incautaron 7,2 toneladas de cocaína. Morales argumentó que los datos se proporcionaron 36 horas después de conocerse los primeros resultados del operativo, negando así cualquier filtración previa.
Morales enfatizó que la filtración de información se produce antes de un operativo, mientras que en este caso la divulgación se realizó después de que el operativo se hubiera llevado a cabo. Destacó que la información fue compartida con la sociedad más de un día después de la operación, y que testigos presenciales como policías y personal de aduanas también estaban al tanto del operativo.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, había acusado a la fiscalía orureña de permitir la fuga de los dueños de la droga y de no lograr incautar un cuarto cargamento de sustancias ilícitas. Sin embargo, Morales refutó estas acusaciones, subrayando que la información se brindó luego de un tiempo considerable y que la responsabilidad de la fuga de los involucrados no puede recaer en la fiscalía.
El operativo antinarcóticos, el segundo de gran magnitud en el país, reveló la magnitud del tráfico de drogas en la región, con la droga incautada proveniente de Santa Cruz y destinada a Bélgica. A pesar de la fuga de los responsables, las autoridades continúan con la investigación para dar con los demás implicados y el cargamento restante.