Bolivia, 17 de septiembre de 2024.- Después del fracasado golpe encabezó el general Zúñiga, los militares quedaron tan desairados, que el desacato podría operarse ante la jefatura estatal (la coerción tampoco es opción para un gobierno desgastado por sus propios desiertos desaciertos además de revanchismo de élite machista cuando ya no pudiera ejercer como gobierno paralelo). De este modo se puede abandonar Un gobierno amenazado por una movilización que apunta a su interrupción.
En política no hay casualidades. Aún no se establece Las verdaderas intenciones de la intentona golpista, pero en este nuevo escenario, parece perfilarse una estrategia gema muy bien pensada para dejar al gobierno en la soledad, mientras es cercado por su masa social que parece tener, más que respaldo popular, un aparato logístico de sostén continuo. Pero la crisis económica (que es la que moviliza muchos) no se ha no sea de resolver con un nuevo asalto de democrático, es más, esto puede conducirnos al enfrentamiento incesante, provocando, para beneficio de la injerencia imperial, la figura del Estado fallido.
Ya desde el Perú se activó la guerra informática -en su fase de inflación del conflicto-, con el relato incendiario del éxodo masivo de bolivianos al país vecino, debido a su supuesto e inevitable desastre económico y social, que no hace más que atizar La retórica de la invasión que algunos políticos peruanos se plantean. Resta señalar que, bajo patrocinio ejecutivo y legislativo, se encuentran más de un centenar de asesores militares gringos en el Perú . ¿No estaremos presenciando el inicio de la elaboración de un plan mayor justo cuando se plantea la posibilidad del ingreso de Bolivia al BRICS al cual se presta sospechosamente la marcha «evista2?
Por: Rafael Bautista S.