La Paz, 11 de julio de 2024.- La historia de las dos mujeres uruguayas que fueron encarceladas en Bolivia por portar en su equipaje 7 gramos de marihuana para el consumo ha provocado indignación entre defensores de derechos y activistas y ha conmovido a varios medios de comunicación de Uruguay y de Bolivia.
Se trata de una madre y su hija que llegaron a Bolivia a conocer el Salar de Uyuni y el lago Titicaca, pero cuando se disponían a marcharse, el 17 de marzo pasado, fueron detenidas en el aeropuerto de El Alto y, desde entonces viven “una pesadilla infernal”, como afirma Silvia, que fue liberada luego de 106 días de estar presa en la cárcel de Obrajes.
Sin embargo, su hija Virginia sigue detenida, pero ella guarda la esperanza de que este jueves sea liberada en una audiencia fijada por el juzgado primero de sentencia de El Alto, a cargo del juez Pablo Medrano, ya que se cambió el tipo penal de tráfico a consumo, lo que implica su deportación del país, pero en ningún caso justifica su encarcelamiento.
Ese mismo argumento, es decir, el cambio del tipo penal de tráfico a consumo, permitió la liberación de Silvia, puesto que ella no es consumidora y tampoco estaba traficando con marihuana.
La citada audiencia ya debía realizarse la semana pasada, pero fue suspendida porque el fiscal Diego Boris Farrachol no se presentó, pese a que el juez le dio la opción de conectarse de manera virtual.
Silvia sigue en Bolivia esperando la liberación de su hija y, en su desesperación grabó un audio para pedir ayuda.
“Fuimos tratadas como narcotraficantes y del aeropuerto nos llevaron directo a una celda fría oscura durante cuatro días, la primera noche la pasamos abrazadas, llorando y con mucho miedo, luego ingresamos al penal de Obrajes. Estar presas en un país extraño, aisladas de nuestra familia y amigos, sin nadie a quien recurrir, en condiciones muy es aterrador, los días transcurren lentos y la incertidumbre es bestial, el sueño es lo único que trae alivio y olvido. Con la ayuda de mucha gente, en especial de la Embajada de Uruguay en Bolivia pudimos sobrellevar esta situación sin enloquecer”, dice Silvia en las redes sociales.
“Hoy estoy libre, después de 106 días presa se pudo demostrar mi inocencia, Virginia sigue presa aunque no debería estarlo porque en Bolivia el consumo no se pena con prisión y en el caso de los extranjeros se los pena deportándolos a su país de origen, eso es lo que más deseamos, que la deporten, que mi hija vuelva a casa, ella hora está sola, aterrada, desesperada, no pedimos ningún privilegio, solo que se cumpla la ley y que el 11 de julio se haga la audiencia prevista para que virginia pueda recuperar su libertad”, suplica esta madre.
En contacto con Sumando Voces, Rodrigo Rey, el abogado de Silvia y Virginia, dijo que la citación para la audiencia de este jueves es de apertura de juicio oral, sin embargo, ya se pidió el juicio abreviado para que Virginia pueda declararse culpable de consumo y pueda regresar a su país.
Rey dijo a Brújula Noticias estar “conforme” con el trabajo del juez de sentencia de El Alto, Pablo Medrano, “que marca una diferencia notoria con el tratamiento que veníamos recibiendo por parte de otros segmentos del sistema judicial penal boliviano. Entendemos que, una vez suscrito el acuerdo abreviado con el fiscal Diego Ferrachol, y que ya fue también debidamente presentado al juzgado, mañana deberíamos obtener sin más dilación la condena de Virginia por el delito de consumo”, dijo Rey desde Montevideo.
El abogado especialista en derechos humanos Franco Albarracín consideró que se violaron los derechos de las dos uruguayas y que no debieron ser encarceladas, ya que podrían haberse defendido en libertad.
“Aquí se está aplicando la norma de manera irracional, desproporcionada por una cantidad casi insignificante de droga, entonces se están vulnerando claramente su derecho a la libertad personal, al debido proceso, al acceso a la justicia y se está vulnerando el principio de inocencia”, indicó Albarracín a Brújula Digital.