Brasil, 07 de julio de 2024.- El exministro de Economía, Branko Marinkovic, anunció este domingo desde Brasil que será candidato a la Presidencia de Bolivia, lo hizo en un encuentro en el que participan varias figuras de la derecha latinoamericana, entre ellos el presidente de Argentina, Javier Milei y el expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Marinkovic participa de la reunión de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) y reveló en un discurso en el auditorio principal que su intención es ganar las elecciones para “poner fin al socialismo en Bolivia”.
El excívico dijo que estuvo exiliado durante 10 años por procesos que fueron “inventados” comparando su situación con la del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que enfrenta varios procesos en su país y que han provocado su inhabilitación política, y que luego de esta etapa tomó la decisión de regresar para “recuperar la democracia” en Bolivia.
“Si llegamos a la Presidencia lo primero que vamos a hacer es liberar a todos los presos políticos, porque eso no puede existir en democracia”, dijo Branko, agregando que se considera de derecha y liberal y no le da vergüenza admitirlo. “Vergüenza deberían tener los que viven de la política”, añadió.
Qué es la CPAC?
Realizado por quinta vez en Brasil, el encuentro está inspirado en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) lanzada hace 40 años en Estados Unidos, a la que Bolsonaro asistió en 2023 cerca de Washington y que se publicita a sí misma como la “reunión de conservadores más grande e influyente del mundo”.
Políticos brasileros colmaron la lista de oradores el sábado, en especial del Partido Liberal de Bolsonaro, como su exministro y actual gobernador de Sao Paulo, Tarcisio Freitas, posible aspirante en las presidenciales de 2026.
También disertaron figuras conservadoras latinoamericanas, como el ultraconservador chileno y excandidato presidencial José Antonio Kast.
Pero la principal atracción tendrá lugar el domingo, con Milei, que desairó la cumbre de Mercosur, el lunes en Asunción, y viajó a Brasil sin reunirse con Lula, con quien ha intercambiado vilipendios recientemente.