Mundo, 23 de diciembre de 2024.- Se trata de un curioso estudio desarrollado por científicos de la Universidad de Swansea y la Universidad Médica de Lodz, que encontraron una correlación inesperada entre el consumo de alcohol con el tamaño de los dedos.
Por ejemplo, señala que tener el dedo anular (el cuarto dedo) más largo que el índice (el segundo dedo) podría estar asociado con un mayor consumo de alcohol.
Según explican, la proporción entre estos dos dedos, el dedo índice y anular, conocida técnicamente como relación 2D:4D, se establece antes de nacer y está influenciada por las hormonas a las que estamos expuestos en el útero.
Las personas con mayor exposición a estrógenos tienden a tener el dedo índice más largo, mientras que quienes estuvieron expuestos a más testosterona suelen tener el dedo anular más largo.
El estudio, fue publicado en el American Journal of Human Biology, donde muestra los resultados del análisis a 258 estudiantes, a quienes se les hizo la medición directa de la longitud de sus dedos y la evaluación de su consumo de alcohol con el Test de Identificación de Trastornos por Consumo de Alcohol, los investigadores encontraron la correlación notable de que una mayor longitud del cuarto dedo en relación con el segundo se asociaba con un consumo elevado de alcohol.
«Esto sugiere que las hormonas sexuales prenatales, como la testosterona y el estrógeno, podrían influir en los patrones de consumo de alcohol en la vida adulta», explicó el profesor John Manning, del equipo de investigación de Deporte, Tecnología, Ejercicio y Medicina Aplicados de Swansea.
Los resultados son frecuentemente positivos más en los varones que en las mujeres, y según los investigadores, mediante observaciones previas de que los hombres generalmente muestran tasas más altas de consumo de alcohol y mortalidad relacionada con su abuso.
«El consumo de alcohol es un problema social y económico de primer orden», señala Manning. «Por eso es importante entender por qué el consumo de alcohol muestra diferencias considerables entre individuos», agrega el estudio.
Sin embargo, el mismo estudio señala que esta asociación no establece una relación de causa y efecto. Tener una determinada proporción de dedos no determina el destino de una persona en cuanto a su consumo de alcohol.
Algunos críticos argumentan que la medida es demasiado simplista y que las diferencias observadas podrían deberse simplemente al tamaño general de las manos, no a exposiciones hormonales prenatales.