17 pichones paraba Barba Azul abren las alas y elevan la esperanza de supervivencia

17 pichones paraba Barba Azul abren las alas y elevan la esperanza de supervivencia

Bolivia, 5 de noviembre de 2024.- Hay 128 cajas nido emplazadas en una reserva en Beni. Esta gestión, 11 fueron ocupadas por estas aves endémicas de Bolivia para reproducirse. El número de nacimientos marcó un hito en la preservación de esta especie que está en «peligro crítico de extinción».

Diecisiete pichones de paraba Barba Azul abren las alas de la esperanza. Estas aves alzaron su primer vuelo este 2024 en Beni, un hito en medio de los esfuerzos que se realizan por la supervivencia de esta especie consideranda en «peligro crítico de extinción».

Armonía Conservación de Aves en Bolivia comunicó hace poco que esta cifra de pichones abriendo las alas y planeando por los cielos benianos es la mayor que registra hasta ahora. Su director ejecutivo, Rodrigo Soria, cuenta que este es un acierto del Programa Cajas Nido, que se ejecuta en la Reserva Laney Rickman, ubicada en las llanuras de Beni, en la localidad de Loreto.

«La temporada de cría en 2024 arrojó resultados impresionantes», explican desde la asociación. Hubo 12 intentos de reproducción por parte de las parabas Barba Azul, 33 huevos puestos y 21 pichones nacidos con éxito.

A esto se suma que las tazas de mortalidad de pichones, en comparación con años anteriores, disminuyeron. Este año hubo dos cajas nido que propiciaron el nacimiento de tres crías de paraba Barba Azul cada una. Esto abrió una luz de esperanza para que, en un futuro cercano, deje de estar en la categoría «especie en peligro crítico extinción» y pase a «especie peligro de extinción» (un nivel menos). Se requiere más tiempo y esfuerzo para hacer para que la paraba salga totalmente estas categorías «rojas».

Hay un arduo trabajo detrás del vuelo de los 17 pichones. Un equipo de profesionales proporcionó el entorno adecuado de reproducción: desde que las aves se aparearon, hasta que las crías lograron volar. Durante este período, enfrentaron múltiples desafíos, como la lucha contra los depredadores.

Sobre el último punto, por ejemplo, este 2024 una pareja de meleros u osos hormiguero amazónicos, deboró a dos pichones. Este inconveniente mermó la cifra y recordó los desafíos constantes a los que se enfrentan los profesionales de la Reserva Laney Rickman.