El Vaticano asume falta de transparencia y lentitud en los procesos canónicos de abusos sexuales

El Vaticano asume falta de transparencia y lentitud en los procesos canónicos de abusos sexuales

Mundo, 29 de octubre de 2024.- La Comisión Pontificia para la Protección de Menores establecida por el Papa con el fin de defender la dignidad de los menores y los adultos vulnerables en la Iglesia, ha publicado su primer informe anual en el que asume varios problemas en la respuesta a los abusos sexuales, entre los que cita la falta de transparencia y la lentitud en los procesos canónicos de abusos sexuales.

El informe es fruto del estudio de veinte iglesias locales en las visitas ‘ad limita’ realizadas en 2023 al Vaticano, entre estas los de México y Colombia (los obispados deben viajar a Roma cada cinco años para informar al papa y a la Curia de sus situaciones).

Su objetivo, según se lee, es “brindar la posibilidad de informar sobre sus resultados y recomendaciones” al papa, que creó esta comisión en 2014, pero también a las “víctimas supervivientes” de abusos y a todas las iglesias del planeta.

Entre sus principales conclusiones, el informe reclama una mayor transparencia y una más rápida asunción de responsabilidades.

Estas son algunas de las indicaciones que constan en el documento:

Fin de la opacidad

La Iglesia necesita impulsar el acceso de las víctimas a la información para afrontar el “problema” de la opacidad en los procesos canónicos. “Deberían estudiarse medidas que garanticen el derecho de todo individuo a acceder a cualquier información que lo afecte, máxime en los casos y responsabilidad de los abusos” (siempre en respeto de la ley de protección de datos).

El concepto de vulnerabilidad

Los casos de abusos no solo son con menores sino que la Iglesia también los reconoce en adultos “vulnerables”. Por eso, la comisión aboga por desarrollar “una definición mayormente uniforme de vulnerabilidad”.

Más rapidez

El informe admite que las víctimas aún sufren procesos civiles y canónicos “difíciles, lentos y fuente de continua victimización”. Por eso insta a “garantizar una gestión eficaz, rápida y rigurosa” de cada caso de abuso, aclarando también el rol de cada dicasterio -“misterio”- de la Curia Romana.