Un aterrador caso de tentativa de feminicidio está bajo investigación tras la brutal agresión a una mujer de 28 años dentro del penal de máxima seguridad «El Abra», en Cochabamba. La víctima, quien había ingresado a la cárcel para reclamar la asistencia familiar de su expareja, fue sometida a horas de violencia extrema. El hombre, identificado como su agresor, la golpeó, torturó, violó y le cortó los párpados antes de rociarla con gasolina.
El ataque ocurrió en una celda del penal, donde el agresor, que está cumpliendo una sentencia por asesinato, sometió a la mujer tras engañarla para que acudiera con el pretexto de discutir el pago de la manutención de su hija en común. La agresión se prolongó por más de dos horas, durante las cuales la víctima fue dopada, golpeada salvajemente y quemada. Actualmente, se encuentra en estado crítico en la Unidad de Terapia Intensiva, con heridas graves en el rostro y cuerpo.
“Le reventaron los ojos, le cortaron los párpados, parece que quería sacarle los ojos”, relató la hermana de la víctima, devastada por lo ocurrido. La mujer ingresó al penal alrededor de las 15:00 horas y fue trasladada de urgencia en ambulancia a las 17:00, tras haber sido encontrada en estado de shock hipovolémico debido a la gravedad de sus heridas.
El Colectivo “Mujeres Fénix” ha asumido la representación legal de la víctima y está solicitando la intervención urgente de un cirujano plástico debido a las quemaduras y desfiguraciones que ha sufrido. “Es alarmante la brutalidad del ataque, estamos exigiendo un informe completo sobre cómo es posible que objetos punzocortantes estuvieran al alcance dentro del penal”, declaró María del Carmen Bernal, representante del colectivo.
El atacante había sido sentenciado en 2020 por el asesinato de la madre de su exnovia, a quien disparó en varias ocasiones, e incluso intentó enfrentarse a la policía. Este nuevo hecho de violencia evidencia la falta de controles y las graves deficiencias en la seguridad dentro del sistema penitenciario boliviano.