Bolivia vuelve a estar en la mira internacional por la pedofilia de Evo Morales

Bolivia vuelve a estar en la mira internacional por la pedofilia de Evo Morales

Bolivia, 5 de octubre de 2024 – En 2020 ya hubo un escándalo similar debido a otra relación ilegal del expresidente con una menor de edad.

Por segunda vez en menos de cinco años, Bolivia es el centro de atención de la comunidad internacional por otro caso de pedofilia. Al igual que en 2020, el protagonista del escándalo es el expresidente Evo Morales cuyo gusto confeso por mujeres menores de edad es un rasgo que se hizo público desde que ejercía la primera magistratura del Estado.

Hace cuatro años, una investigación del periodista español Alejandro Entrambasguas para su medio OKDiario reveló que Morales, entonces de 60 años, tenía una relación amorosa con Noemí Meneses, que en ese año tenía 19. La joven acompañaba a Evo en sus viajes, incluidos a los lugares donde se refugió cuando se fugó del país, tras el levantamiento popular de 2019. El caso se convirtió en un escándalo porque, según el medio español, la relación se había iniciado hacía entonces cinco años, cuando la muchacha tenía 14 años, lo que configuraba la conducta del expresidente en el delito de estupro, que el Código Penal boliviano sanciona con dos a seis años de cárcel.

Pero ni siquiera ese fue el primer escándalo internacional porque el primero de ese tipo fue la revelación de que Evo Morales había tenido un hijo con Gabriela Zapata que, en el momento de la denuncia, desempeñaba un cargo ejecutivo en una empresa que había captado millonarios contratos con el gobierno. En este caso, se decía que la relación comenzó cuando Zapata era menor de edad, pero eso no pudo probarse. El certificado de nacimiento del hijo de ambos revelaba que este nació cuando Gabriela ya era mayor de edad, así que el caso no encajaba en la figura de estupro. El escándalo influyó en los resultados del referendo contra la continuidad de Evo en la presidencia y, en un caso poco común en Bolivia, la partida de nacimiento desapareció de la base de datos del Servicio del Registro Cívico.

El escándalo que ocupa aperturas en medios de Bolivia y el exterior está precedido de otro, el de una vagoneta último modelo que Morales utilizó para realizar control presencial de la marcha que organizó para conseguir la renuncia del presidente Luis Arce. El ministro de gobierno, Eduardo del Castillo, informó que el vehículo está registrado a nombre de Tania Judith Nina Yapura, de 21 años, que presumió el vehículo en redes sociales. Supuestamente, Morales tuvo o tiene algún tipo de relación con esta muchacha cuya madre recibió sentencia por narcotráfico, pero fue indultada por Evo cuando era presidente. 

En todos los casos, las involucradas son mujeres con edades muy inferiores a la de Evo Morales, que actualmente tiene 64 años, y siempre son vinculados a las declaraciones que él hizo de que, cuando se retire, se iría a vivir a su chaco «con mi quinceañera». El caso que todavía es motivo de investigación no es reciente ya que la denuncia también data de 2020; es decir, en el gobierno transitorio de Jeanine Añez. La denuncia acompaña el certificado de nacimiento de una niña que nació el 8 de febrero de 2015 y tiene como padres a Evo Morales, entonces de 60 años, y Cindi Saraí Pozo Vargas, que en ese momento tenía 17, lo que significa que la recién nacida fue concebida cuando la madre tenía 16 años y eso sí puede tipificarse como estupro.

Todos estos casos están confirmados y tienen un común denominador: beneficios económicos para la mujer, como fue el caso de Gabriela Zapata, o sus padres, lo que implica la figura de trata y tráfico de personas. En el caso de Cindi Saraí, la favorecida fue su madre que incluso llegó a desempeñar un cargo público en Tarija. Los beneficios, que hasta podría señalarse como pagos, devienen del poder que Evo Morales tenía como presidente. Un caso nunca confirmado es el de la hija de Nemesia Achacollo, que se benefició con millones de dólares del fondo indígena y fue ministra de Estado.

Pero el rasgo que aparece en todos los casos, reales o verdaderos, es la pedofilia; es decir, la «atracción erótica o sexual que una persona adulta tiene hacia niños». Hasta 2020, cuando el Ministerio Público recién comenzó a aceptar las denuncias, estos casos se mantenían en el anonimato. Posteriormente, ya en el gobierno de Luis Arce, las denuncias contra Morales fueron cerradas y archivadas, lo que en lenguaje técnico jurídico significa que no se le puede volver a acusar por el mismo delito, pero eso no borra lo ocurrido, a menos que se actúe como en el caso de Gabriela Zapata.  

Estupro

Quien mediante seducción o engaño, tuviera acceso carnal con persona de uno y otro sexo mayor de catorce (14) y menor de dieciocho (18) años, será sancionado con privación de libertad de tres (3) a seis (6) años. 

(Art. 309, Código Penal)

Fuente: el Potosí