Han pasado 22 años desde la trágica inundación que golpeó con fuerza a la ciudad de La Paz, dejando un saldo desgarrador de pérdidas humanas, heridos y graves daños materiales. El recuerdo de aquel fatídico 19 de febrero del 2002 aún perdura en la memoria colectiva de quienes vivieron aquellos momentos de angustia y desesperación.
Aquella riada catastrófica cobró la vida de 74 personas, dejó 14 desaparecidos y más de 130 heridos, marcando un antes y un después en la historia de la ciudad. Además de las pérdidas humanas, la tragedia también dejó una profunda huella en la economía local, con un estimado de más de $us 10 millones en daños materiales.
Los estragos de la inundación se manifestaron en la devastación de calles, viviendas y negocios. Autos arrastrados por la corriente, tarimas de comerciantes desplazadas y una población sumida en el miedo y el terror fueron escenas comunes en aquel fatídico día. Sin embargo, entre los más afectados se encontraban aquellos pertenecientes al sector informal, quienes vieron cómo su sustento y patrimonio quedaban sepultados bajo las aguas.
A pesar del paso del tiempo, las cicatrices emocionales y físicas de aquel evento aún perduran en quienes lo vivieron. La tragedia sirvió como un llamado de atención sobre la importancia de la prevención y la preparación ante eventos naturales de tal magnitud.
Hoy, en el vigésimo segundo aniversario de aquel suceso, la ciudad de La Paz recuerda con respeto y dolor a las víctimas de aquella terrible inundación. Que su memoria sea honrada con el compromiso de construir una sociedad más resiliente y solidaria, capaz de enfrentar los desafíos que el futuro pueda deparar.
Fuente: ATB