Bolivia, 24 de julio de 2024 .– Un reciente estudio de la Universidad Central de Bolivia (Unicen) revela que, anualmente, alrededor de 41 mil nuevos profesionales se titulan de universidades públicas y privadas en Bolivia, pero apenas 10 mil logran insertarse en el mercado laboral, representando solo el 24,39% de los egresados. Esta situación refleja una preocupante realidad laboral en el país, donde la oferta de empleo no se equipara con la cantidad de graduados.
El coordinador nacional de Marketing de Unicen, Boris Ugarte, destacó que este problema se agrava al incluir a los egresados de institutos técnicos medios y superiores. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), casi la mitad de los profesionales bolivianos (49,5%) se encuentra subempleada, es decir, trabajando por horas y con ingresos que no alcanzan para cubrir sus necesidades básicas y las de sus familias.
El informe también revela que solo el 15% de los profesionales logra empleo en empresas estatales. Además, el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) informó que solo seis de cada diez jóvenes en Bolivia tienen empleo asalariado, mientras que los demás trabajan como comisionistas sin un salario fijo, seguro de salud o aportes a la seguridad social.
Ugarte señaló que las ciudades con mayor índice de desempleo de profesionales, entre un 30% y 40%, son La Paz y Cochabamba, seguidas de Santa Cruz, que, aunque tiene una proyección económica más favorable, no escapa a la problemática. En otras ciudades, exceptuando Tarija, las cifras de desempleo son menores.
Ante este escenario, Ugarte y el vicerrector de Unicen, Christian Arnez, instan a las universidades a modernizar sus planes de estudio y alinear sus ofertas académicas con las necesidades del mercado laboral boliviano. Arnez enfatiza que la realidad laboral del país tiene características únicas, por lo que no se debe copiar currículos educativos de otros países. En cambio, sugiere que el Ministerio de Educación realice un estudio nacional para definir las competencias y habilidades requeridas, guiando así a las universidades en la formación de profesionales que se ajusten a las demandas laborales del país.
Fuente: Alerta Bolivia