La Paz, 28 de junio de 2024.- El expresidente boliviano, Evo Morales, reveló que había sido notificado del golpe de estado militar en La Paz el día martes 25 de junio de 2024, anticipando los eventos que sucedieron el miércoles 26 al mediodía. Morales aseguró que los indicios de la insurrección comenzaron el lunes por la noche, cuando el general Juan José Zúñiga pronunció declaraciones en su contra.
El martes, Morales recibió información sobre la preparación del golpe, mencionando que alguien había desautorizado la intervención militar, calificándola de sedición. «El miércoles a las 11 me llamaron diciendo que los estaban encuartelando», relató Morales. A la 1 de la tarde, lanzó su primer mensaje de alerta, y una hora y media después, las redes sociales mostraban imágenes de tanques en el Palacio de Gobierno y la Plaza Murillo. En respuesta, convocó a un paro general indefinido con bloqueo de caminos para defender la democracia.
Morales también criticó la elección de Zúñiga como comandante general del Ejército, sugiriendo que se debería haber nombrado al general Macay, quien respetaba la antigüedad militar. «Le dije a Lucho (presidente Luis Arce), nombra al primero de su promoción, al Gral. Macay, que estaba en tercer lugar», recordó Morales, subrayando la importancia de respetar la jerarquía y la antigüedad dentro del Ejército.
El expresidente cuestionó la naturaleza del golpe, destacando la ausencia de muertos y disparos, y señalando que varios ministros parecían despreocupados, paseando por la Plaza Murillo. «Acaso un golpe de Estado se hace con balines?», preguntó Morales, poniendo en duda la seriedad del intento de insurrección.
Morales añadió que recibió llamadas de comandantes militares, quienes le informaron que él era el objetivo principal del golpe. Además, mencionó que el domingo anterior, Zúñiga había estado en contacto con el presidente Arce, a pesar de las negaciones oficiales.