El gobierno de Luis Arce enfrenta una creciente presión para lograr la aprobación de los contratos que permitirían la explotación e industrialización del litio en Bolivia, particularmente en el salar de Uyuni, Potosí. Con una inversión prevista de 2.000 millones de dólares para la construcción de plantas procesadoras, los acuerdos con empresas de Rusia y China están detenidos en la Asamblea Legislativa Plurinacional, un retraso que, de no resolverse antes de 2025, podría extenderse por una década.
El presidente Luis Arce advirtió que si no se aprueban los contratos con Uranium One Group (Rusia) y Hong Kong CBC (China), Bolivia perderá la oportunidad de industrializar su litio en el corto plazo, postergando el desarrollo de esta industria estratégica por al menos 10 años.
Arce enfatizó que las negociaciones con Rusia y China son fundamentales para el crecimiento económico del país y reiteró la urgencia de destrabar los acuerdos para evitar que Bolivia quede rezagada en el mercado global del litio.
Expertos en el sector advierten que el retraso en la aprobación de estos contratos podría significar que otras naciones avancen en la producción y comercialización del litio, dejando a Bolivia fuera de un mercado altamente competitivo. Además, el país corre el riesgo de perder inversionistas interesados en desarrollar la cadena de valor del litio, lo que afectaría el crecimiento económico y la generación de empleo en regiones clave como Potosí.