Anuncian construcción de alambrado fronterizo entre Bolivia y Argentina; Cancillería boliviana expresa preocupación

Anuncian construcción de alambrado fronterizo entre Bolivia y Argentina; Cancillería boliviana expresa preocupación

El Ministerio de Seguridad de Argentina, en coordinación con el gobierno de la provincia de Salta, anunció la instalación de un alambrado de 200 metros entre Aguas Blancas (Argentina) y Bermejo (Bolivia), específicamente desde la terminal de buses hasta el Puerto de Chalanas. La medida, parte del Plan Güemes, busca reforzar el control fronterizo y ordenar el paso de personas, según confirmaron las autoridades argentinas.

Adrián Zigarán, interventor de Aguas Blancas, explicó que el objetivo del vallado es evitar que personas eludan los controles migratorios y aduaneros saltando muros para acceder al puerto. «Estamos hablando de 200 metros, no de perimetrar todo el río Bermejo», señaló, añadiendo que el financiamiento provendrá del gobierno salteño.

Virginia Cornejo, directora nacional de Vigilancia de Fronteras, destacó que el proyecto busca combatir irregularidades como propiedades estratégicamente ubicadas para facilitar el contrabando. Sin embargo, comerciantes de Aguas Blancas temen que las restricciones afecten el comercio transfronterizo, principal actividad económica de la zona.

Respuesta boliviana

La Cancillería boliviana expresó su preocupación por el anuncio, recordando que los asuntos fronterizos deben abordarse mediante diálogo bilateral para evitar tensiones entre ambos países. En un comunicado, instaron a Argentina a respetar los tratados internacionales que garantizan la convivencia pacífica entre ambos pueblos.

El ministro de Justicia de Bolivia, César Siles, calificó la medida como contraria a los principios de buena vecindad y adelantó que, de concretarse, Bolivia elevará su protesta ante organismos internacionales como la ONU y la OEA. «Esperamos que esto no pase de ser un anuncio y se respete la relación histórica entre ambos países», afirmó.

La instalación del alambrado reaviva el debate sobre el equilibrio entre seguridad fronteriza y comercio, mientras ambas naciones intentan preservar la paz en una región históricamente unida por lazos culturales y económicos.