A medida que se acerca el sábado 23 de marzo, la anticipación por el Censo Nacional de Población y Vivienda se incrementa, acompañada de restricciones y directrices destinadas a garantizar una recolección de datos sin contratiempos. Las Gobernaciones de cada departamento han emitido un auto de buen gobierno, que incluye disposiciones como la prohibición de venta y consumo de alcohol desde la medianoche del viernes 22 de marzo, así como restricciones en la circulación de personas y vehículos desde las primeras horas del día del censo.
En comparación con días de elecciones, el director del INE Santa Cruz, Juan Quisbert, enfatiza que el proceso del Censo será «mucho más rígido». Mientras que en las elecciones la actividad en las calles es común, durante el Censo se solicita a las personas esperar a los censistas en sus hogares y evitar desplazamientos que puedan obstaculizar el trabajo de recolección de datos.
El día del Censo, la jornada iniciará a las 06:00 y concluirá a las 19:00 en áreas urbanas específicas, mientras que en zonas rurales la duración será extendida. Cada voluntario censista se asignará de 10 a 15 viviendas, con un tiempo estimado de 35 a 40 minutos para completar la boleta censal en cada hogar. En casos donde más de dos familias compartan una misma vivienda, se aplicará un nuevo cuestionario manteniendo la ubicación y datos del primer registro.
En el caso de familias que residan en condominios o edificios, se seguirá el mismo procedimiento utilizando nuevas cartillas para cada segmento habitacional. Estas medidas buscan asegurar una recolección de datos precisa y completa, vital para la planificación y toma de decisiones a nivel nacional.