Mundo , 19 de diciembre de 2024.- La organización Human Rights Watch (HRW) acusó a Israel de causar la muerte de miles de palestinos en Gaza mediante la negación de agua potable, lo que calificó como actos de exterminio y genocidio según las leyes internacionales.
En su informe, HRW afirmó que esta privación de agua forma parte de una campaña de asesinatos masivos de civiles palestinos en Gaza, lo que constituye el crimen de lesa humanidad de exterminio y un acto de genocidio según la Convención sobre Genocidio de 1948.
Israel ha negado estas acusaciones, defendiendo que respeta el derecho internacional y tiene derecho a protegerse tras el ataque de Hamás desde Gaza el 7 de octubre de 2023, el cual desató el conflicto actual.
Según el gobierno israelí, desde el inicio de la guerra ha facilitado el acceso a agua y ayuda humanitaria a pesar de los ataques de Hamás.
HRW destacó que demostrar el genocidio requeriría evidencias de intención deliberada, pero señaló declaraciones de altos funcionarios israelíes que sugieren deseos de «eliminar a los palestinos», según Reuters.
Lama Fakih, directora de Oriente Medio de HRW, sostuvo que las autoridades israelíes están matando intencionadamente a palestinos al negarles agua suficiente para sobrevivir.
El informe documenta que Israel cortó el suministro de agua a Gaza, además de limitar la electricidad y el combustible, lo que impide el funcionamiento de las instalaciones locales de agua y saneamiento. Como resultado, muchas áreas de Gaza reciben apenas unos pocos litros de agua al día, por debajo del mínimo necesario para la supervivencia.
Por su parte, Israel ha informado que ha mantenido operativa parte de la infraestructura hídrica y ha permitido la entrada de más de 1.2 millones de toneladas de suministros humanitarios en Gaza, afirma Reuters.
HRW es la segunda organización importante en calificar las acciones de Israel en Gaza como genocidio, después de Amnistía Internacional.
Este informe también coincide con órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y un exministro de Defensa por presuntos crímenes de guerra, cargos que ambos han negado.
Fuente: Brújula Digital
