Bolivia, 9 de diciembre de 2024.- La estrategia de penetración minera en Yanacachi ha sido la creación de comunidades ficticias detrás de las cooperativas, la amenaza, intimidación y uso de la violencia.
De Chaco a Tres Marías, los testimonios de las víctimas de vulneración de sus derechos por parte de mineros ilegales del oro, dan cuenta que los casos de avasallamientos, amenazas, agresiones físicas e intimidación persisten en el municipio de Yanacachi, donde la penetración de cooperativas auríferas a sus territorios se da a través de la creación de comunidades ficticias creadas en tiempo récord y solicitudes de extensas superficies de áreas mineras.
“A mi hija menor de edad me la han tocado, me la han agredido, han salido y le han atropellado, le han destrozado hasta sus lentes, estas personas no deben saber respetar ni a su mujer. ¿Dónde están las leyes? (…). Nos amenazan, quiero poner en conocimiento”, denuncia con voz entrecortada Isaac Catacora, secretario general de Tres Marías.
En medio de una asamblea de emergencia de la comunidad, hace conocer que los mineros ilegales lo amenazaron con hacerlo desaparecer. “Me dicen: si te metes estarás afectado, tenemos organizaciones en otras partes”, dice.
“Abiertamente digo a la prensa, que escuchen las autoridades, en ninguna parte han querido hacernos caso, el derecho a la mujer falla, en esta comunidad nos sentimos solos”, lamenta en la sede de la comunidad, colmada de mujeres y hombres del campo.
Desde la testera asegura el líder comunario que los mineros ilegales le advirtieron que si lo vuelven a ver en el río, se irá a la cárcel. “No se trata de una comunidad, sino de una cooperativa, y hasta se está haciendo malversación de los fondos del Estado porque la Alcaldesa de Coroico visita a esa cooperativa, por eso quiero que se llegue hasta la Contraloría”, señala.
Catacora dice que no contentos con haber «ultrajado a su hija menor», los mineros ilegales se dieron a la tarea de amenazar con hacer desaparecer a cualquier comunario que cuestione la presencia minera en la zona.
“No quiero que quede esto impune, hay dirigentes que se prestan a eso, sí pasa algo con esta comunidad será responsable la Alcaldesa de Coroico, estamos luchando la comunidad Tres Marías que está en la cabecera del municipio de Yanacachi, Irupana y Chulumani, si algo pasa con mi persona, mi familia y la comunidad van a ser responsables ellos”, alerta.
Situación similar ocurrió el año pasado cuando comunarios de Chaco fueron emboscados por mineros con pasamontañas, que intentaron secuestrar a una joven para abusar de ella y dejaron varias personas heridas, según las denuncias de las víctimas.
Kioto Ticona lamenta que Tres Marías esté siendo afectada por riñas y peleas por culpa del municipio de Coroico, la Central de Cooperativas Cotapata y la propia Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM), encargada de otorgar autorizaciones de áreas mineras en zonas de producción agrícola y de flores.
“Pedimos garantías; ya hemos sufrido amenazas de muerte, amenazas de procesos. Ya no se puede dormir con los ojos cerrados, hay que dormir con un ojo abierto por tantas cosas que pasan. A nuestros niños no hay cómo enviarles solos al colegio, hay que estar mirándolos”, afirma.
El comunario dice que lo que pase en la comunidad será responsabilidad de la Alcaldesa del municipio de Coroico, por estar “incitando a la violencia, a la pelea y a la explotación del oro en Yanacachi”.
“Hemos sufrido amenazas de muerte, avasallamientos. Si pasa algo será responsable la AJAM; la Central de Cooperativas Cotapata, como dijo don Isaac, no debe llamarse comunidad Ñequehauira porque es una cooperativa, bien claro hay que decir que vienen concejales, la Alcaldesa, el Sub Gobernador del Norte (de Los Yungas), la Federación de Campesinos de varones y mujeres, en domingo vinieron hacer reuniones”, cuestiona.
El comunario pregunta ¿con qué atribuciones gente de otros municipios se traslada a Tres Marías. “Si quieren muerte, la comunidad no se va a dejar”, asegura.